Enséñanos Madre, a construir la Paz,
trabajando las relaciones entre nosotros,
en la armonía de una sana convivencia.
Que aprendamos a ser comprensivos,
con las fragilidades y torpezas ajenas,
respetando las diferencias que nos separan
y acogiendo la singularidad personal.
Ayúdanos a vencer nuestras resistencias,
las dudas, recelos y miedos que separan.
Con la confianza depositada en tu Amor,
y en tu maternal Misericordia.
Señora de la diligente prontitud en el obrar,
que sepamos responder a la necesidad,
sin la pereza y desidia que se hace de rogar.
Tú, que padeciste el sufrimiento humano,
que atravesaste los límites de lo soportable,
viendo padecer el desgarro y la crueldad,
descargados sobre la vida de tu Hijo.
Danos la fuerza para resistir con Fe y valentia,
las adversidades y sufrimientos de la vida.
Que sepamos acoger la frágil vulnerabiĺidad,
con mirada cercana y Compasiva.
Juntos en el Camino de la Sinodalidad,
hagamos el trayecto amable para todos/as,
sin poner obstáculos y excusas en su vida.
Te pedimos Madre, en el rezo del Rosario,
por quienes están reunidos/as, en el
encuentro de la Asamblea del Sinodo.
Que tu Amor maternal acompañe a todos,
y la Luz del Espíritu, guíe su buen hacer.
Miren Josune Martínez Azkona.
Iglesia del Sagrado Corazón, de los
P.P. Jesuitas de Bilbao.
