Migrante

El fulgor de tu mirada irradia la Paz de Cristo Migrante y tu voz es un canto de Esperanza a María.
Tus pies borran fronteras y tus manos amasan el pan de unidad. Migrante, no hay camino sin tus huellas sobre las huellas de Jesús.
Tu equipaje tiene el peso de la cruz de Cristo, tu sacrificio en sus llagas.
Caminas sin cansancio, navegas sin tormentas, vuelas sin alas, amas sin miedo, sabes ir en Sus brazos, Él es tu andar.
Eres portador de alegría, de sueños y embajador de tu nación, llegas a puerto seguro de la mano de María.
Haces tu patria en tierra extranjera, es tu Belén donde reposa tu peregrinar.
Tienes la ternura del niño que se abriga con el manto de la Madre, tienes las cicatrices de los clavos del crucificado, ¡tienes la Misericordia del Resucitado!
Tu brújula señala el sentido del Plan Divino, tu alimento es el de los peregrinos cuando cruzas el umbral del destierro.
Migrante, ¡hay camino con las huellas de Jesús si tú quieres caminar!

Maru

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