Dios de amor,
Enséñame a caminar con otras y otros.
Enséñame a reconocer el don que las y los demás
son para mí
Enséñame a no pensarme mejor
Enséñame la suavidad del corazón
que me ayuda a resonar con mis hermanas y hermanos
Enséñame a escuchar a todas y todos,
pero sobre todo los susurros de dolor
de todas y todos los excluidos e invisibles.
Enséñame a pedir ayuda cuando soy yo
la que se siente invisible
Enséñame a convertir mi mirada
para que sepa percibir los movimientos frágiles de la vida
que brota en las cenizas.
Patrizia Morgante, Roma Italia