Te rogamos, Espíritu de Vida y Amor, mantengas encendida y alientes con tu Luz, nuestra pequeña y frágil lamparita.
Peregrinos hacia un destino común, donde Tú nos esperas, invocamos tu protección y te pedimos nos acompañes con tu Amor.
Conoces nuestros anhelos, las búsquedas y proyectos, que queremos compartir unidos,
en el Camino de la Sinodalidad.
Sabemos de nuestras fragilidades, torpezas y errores, conscientes de que, sin tu ayuda, no podemos hacer nada.
Te agradecemos Señor, los Carismas recibidos de tu Espíritu. Tú no deseas que nadie ni nada se pierdan, sino que demos fruto abundante.
Ayúdanos a hacer el Camino, en Fraternidad y armonía con todos, cuidando y haciéndonos el bien unos a otros.
Que sumemos esfuerzos poniendo en común, lo mejor y más bueno de cada uno, rechazando la rivalidad, las envidias y la crítica.
Realicemos en apacible armonía el trayecto, donde podamos encontrarnos contigo, en el diálogo con tu Amor y tú Palabra.
Hagamos un Discernimiento transparente y honesto, que nos ayude a transformar el corazón y Convertirnos de nuestros pecados.
Danos la salud del Cuerpo y el Espíritu, poder realizar con Alegría y acierto, las tareas en la Misión encomendada, al servicio de la Iglesia.
Sentados en torno a Tí, Señor, celebremos la Vida en tu Resurrección y compartamos con gozo y Alegría, el Pan y Vino de tu Amor.
María Jesús Martínez Azkona.
Iglesia del Sagrado Corazón,
de los P.P. Jesuitas de Bilbao.
